Señor y Dios mío: creo que estas presente en todo lugar, que estás aquí, dentro de mí, que me ves, que me oyes.
Te adoro con profunda humildad y reverencia. Te pido perdón por mis pecados. Y, aunque soy indigno de presentarme delante de Ti, confiando en tu infinita misericordia, te pido ayuda para hacer con provecho este rato de oración, que ofrezco a tu mayor gloria.