Invocación al Espíritu Santo – Oraciones diarias

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Invocación al Espíritu Santo

invocación al espíritu santo

U: Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. Envía Señor tu Espíritu y serán creadas todas las cosas.

T: Y renovarás la faz de la tierra.U: Oremos: Dios, que has instruido los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo, haz que, guiados por este mismo Espíritu, gustemos las cosas santas y gocemos siempre de su divino consuelo. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén


¿Por qué necesitamos una invocación al Espíritu Santo? – Por Bernhard Meuser, 28 mayo 2020

Pentecostés


¿Qué es eso?

Pentecostés es la tercera fiesta más importante que se celebra en la cristiandad. Celebra el descenso del E.S. a un círculo de unas 120 personas: los apóstoles, María, algunas mujeres y otros discípulos del círculo de amigos de Jesús. Este grupo se había reunido originalmente en el Cenáculo «por miedo a los judíos» (Jn 20:19), pero luego, para esperar en oración una iniciativa de arriba, se reunió en el Cenáculo. Pentecostés se celebra a los 50 días de Pascua, de ahí la palabra «Pentecostés», que deriva del griego pentekostē (= ‘cincuenta’). Pentecostés es considerado como la celebración del nacimiento real de la Iglesia, donde un significado profundo radica en el hecho de que el lugar de nacimiento es idéntico al espacio en el que Cristo instituyó la Eucaristía.

El dulce huésped del alma «es la tercera persona de la Santísima Trinidad y de igual grandeza divina que el Padre y el Hijo. Antes de su muerte, Jesús había prometido a los discípulos «enviarles otro otro Consolador,» (Jn 14:16) si ya no estaría con ellos. Cuando fue derramado sobre los discípulos de la iglesia de los primeros tiempos, aprendieron lo que Jesús quería decir. Experimentaban una profunda seguridad y alegría en la fe y recibían ciertos carismas (= dones de la gracia), es decir, podían profetizar, sanar y hacer milagros. Es el E.S. «quien da la vida» (Jn 6:63) – el cristiano individual y la Iglesia entera, que sin él sería en cierto modo abandonada por Dios. Sin los «dones del Espíritu Santo» (1 Cor 12) la Iglesia es una entidad muerta, sin espíritu.

Realizá esta invocación al Espíritu Santo y contános cómo te va

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Coronilla de la Divina Misericordia

Bajo tu amparo

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Señor, haz de mi un instrumento de tu paz

Alma de Cristo

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